Veruska Antía Trevisón, venezolana de nacimiento, se graduó como Comunicadora Social mención Audiovisual, con experiencia en producción radiofónica. Inmediatamente luego de obtener el titulo, salió al ruedo laboral donde se paseó entre empresas de tecnología de la información, estaciones de radio y empresas de telecomunicaciones.

Durante esos años estaría siempre presente la vena creativa con los trabajos y proyectos multimedia, y sólo de manera muy sutil, se hacía presente también en el diseño de accesorios como bolsos y collares textiles. Sin embargo era un pasatiempo que le permitía entre otros, obsequiar a su gente querida piezas hechas con el corazón. Jamás había imaginado meterse de lleno el enriquecedor mundo del diseño.

Fue luego de migrar a Santiago de Chile y en medio de la pandemia que tanta ansiedad causó en muchos, que comenzó a avivarse el gusanillo del diseño, heredado por cierto de su madre Carmen Luisa y su tía Nora, y fue así como tímidamente incursionó en este arte aprendiendo paso a paso lo básico en especial con las técnicas de alambrismo.

Lo que comenzó como una forma de lidiar con la ansiedad, generar ingresos, se convirtió sin pensarlo en su pasión y nueva vocación.

Antía nos comenta que aún se siente en pañales, que tiene mucho por aprender y está hambrienta por dominar técnicas y trabajar nuevos materiales, manteniendo siempre presente su adorado cobre, cuyos matices rosa le han enamorado siempre.